Sábado, Abril 20, 2024

Busqueda

Violencia machista, feminicidio

Ocho mujeres muertas a manos de sus compañeros o ex compañeros en junio, el mes de las novias. A todos nos sorprendió y conmovió el aumento de estas muertes. Porque los que matan a estas mujeres no son criminales que eligen sus presas al azar, sino los hombres que ellas escogieron para compartir su intimidad, para unidos asumir juntos los trabajos y responsabilidades de la pareja adulta. Son los que le dijeron palabras dulces y les prometieron afectos .mansos y nobles. Y de momento toda esa promesa se convierte en muerte y la muerte se nombra: violencia doméstica, dice el titular del periódico.


Ilegal pero legítima, la violencia

La sociedad da cabida a la violencia; la cultura la refuerza de mil maneras como algo natural. Existe una grave contradicción en nuestra sociedad: la violencia es ilegal pero es legítima.

 

Vivimos un ejemplo dramático de eso lo vimos el pasado 30 de junio. Experimentamos la violencia del régimen, desatada con saña muy especial contra las mujeres que acudieron a protestar al Capitolio pacíficamente Se llevaron la peor parte, sólo por ser mujeres. Cuando la prensa enfrentó al Superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha y éste no tenía argumentos para justificar lo que hicieron, se le ocurrió decir la estupidez “son ellas las más agresivas del grupo. Esta es una estrategia vieja, una estrategia de guerrilla.” ¿Qué guerrilla?

Nuestra sociedad permite la violencia contra las mujeres y las invisibiliza, las ignora, las silencia. Lo vimos con el grupo de compañeras del Movimiento Amplio de Mujeres que intentaban expresar su rechazo a la violencia machista y pintaban un mural de promoción a su a campaña “Tod@s contra la violencia machista.” Las detuvo y las multó la policía municipal de San Juan. Hay cientos de murales en nuestras ciudades. El que las mujeres pintaban había que callarlo y criminalizarlo. Así se le resta importancia al tema de la violencia contra las mujeres.

Violencia machista

De acuerdo al Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas cada año entre 1.5 y 3 millones de mujeres son víctimas de la violencia machista.
Las mujeres entre los 15 y los 44 años tienen una mayor probabilidad de ser mutiladas o asesinadas por hombres que de morir de cáncer, malaria, accidentes de tráfico o guerra combinados.

No llamemos doméstica a la violencia que mata madres delante de sus niñas y niños, que explosiona hogares con fuerza de huracán y siembra el terror, la sangre y la muerte en nuestras familias.

Cuando llamamos a esa furia asesina doméstica, invocamos todos los significados que le da nuestra lengua y éstos le dan la razón al asesino. Es cuestión de semántica, la disciplina que estudia lo relativo a la significación de las palabras y sus relaciones con el hablante.

viene de . Según el. Diccionario de la Real Academia Española (edición de 2001). “Es volver algo al lugar donde antes estaba. Disminuir, achicar. Sujetar a la obediencia a quiénes se habían separado de ellas. Moderar, arreglar, ceñirse al modo de vida o porte. Doncella, sirvienta".

Aunque los diccionarios no lo mencionan, tiene otro significado: nos refiere a la vida cotidiana, a la privacidad del hogar, a lo íntimo y a la vida de pareja. También alude a lo que se resuelve en la intimidad, invoca el refrán popular los trapos sucios se lavan en casa.

se asocia con domesticar, domesticada (someter la fiera), reducida (a su verdadera posición, estatura o condición), y puesta en su lugar (para que aprenda a quedarse en su sitio). Empequeñecida, amansada, domada, sometida, y dominada. (controlada). Sirvienta, doncella, criada, (el hombre en la calle, la mujer en la cocina) amaestrada (pa’ que aprenda).

El mensaje es claro: acusa a la mujer agredida: “se lo buscó”; “desobedeció”; “no me atiende”; “no siguió instrucciones”; “ella sabe que no puede”, “tengo que usar la fuerza para controlarla”, “el que manda soy yo”…

Feminicidio, el último peldaño de la violencia

Para terminar, debemos sacar el asesinato de mujeres –culminación de la violencia machista- fuera de ese contexto cultural discutido y llamarlo feminicidio.  El sólo cambio de nombre implica un cambio de paradigma, una forma diferente de ver el delito y de procesarlo a nivel cognoscitivo. Lo despoja de las connotaciones culturales de una sociedad machista y patriarcal que ya pertenece al pasado.

Feminicidio se compone de dos elementos. El prefijo del latín femmina (mujer) y ‘cidio’, derivado de la palabra latina ceadere, matar. El término se ha mantenido al margen de la discusión política y del vocabulario feminista. Para los que proponemos el uso de feminicidio en lugar violencia doméstica, el desuso del término correcto es prueba del poder de las estructuras machistas en la sociedad.

Fundación Juan Mari Brás

 

minh-recuadro

Otro Puerto Rico es posible

Nuestra Opinión en blanco y negro


Oficina Central , C 25 NE 339, San Juan, Puerto Rico 00920

RedBetances.com recibe colaboraciones y se compromete a examinarlas. Se reserva el derecho a publicarlas. Sin embargo, no necesariamente lo publicado
representa la posición de los editores.Todos los escritos son responsabilidad única de sus autores.

Copyright © 2024 Red Betances. Todos Los Derechos Reservados.