Se deteriora la situación político-militar en el Oriente Medio: las consecuencias de los ataques con buscadores de personas por parte de Israel contra Hezbolá.
20 de septiembre de 2024
Hace aproximadamente un mes trajimos a la atención de nuestros lectores el deterioro que venía ocurriendo en las relaciones de Israel con el Líbano como Estado político y con Hezbolá como organización político-militar en dicho país. El significado del nombre “Hezbolá” es “Partido de Dios”. La situación que presenta el desarrollo de los sucesos en los pasados días es hoy más alarmante.
Como sabemos, el 30 de julio un alto comandante de las milicias libanesas de Hezbolá, Fuad Shukr, Jefe Militar Supremo de la organización, fue objeto de un atentado perpetrado por fuerzas especiales de Israel en una residencia que ocupaba en un suburbio de Beirut. En el atentado perdió la vida Fuad Shukr. El Estado de Israel le imputaba haber sido el responsable por el ataque con misiles por Hezbolá contra un campo de futbol localizado en las Alturas de Golán. Al momento del bombardeo unos adolescentes judíos jugaban futbol pereciendo varios de ellos en el atentado.
Igualmente, en otros atentados, Israel provocó las muertes de Taleb Abdallah y Mohammed Nasser, Jefes de dos de tres unidades territoriales de Hezbolá localizadas en el Frente Sur en el Líbano. También Israel ha sido responsable por las muertes de 23 oficiales militares a cargo de los cohetes, drones y misiles anti tanques de dicha organización lanzados contra objetivos en suelo israelí. Se estima en alrededor de 500 el número de los efectivos de Hezbolá muertos a manos israelíes desde el 7 de octubre de 2023 cuando Hamás lanzó su ofensiva contra Israel en la Franja de Gaza e Israel emitió su declaración de guerra contra Hamás.
Las “Alturas de Golán” es un territorio localizado al norte de Israel arrebatado a la República Árabe Siria durante la Guerra de 1967. Allí nacen las aguas del Río Jordán. Estas discurren hacia lo que hoy es la frontera entre Cisjordania y el Reino de Jordania. Cisjordania fue conocida antes como el Margen Occidental del Río Jordán.
Durante la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos y con su apoyo, el territorio de las Alturas de Golán fue formalmente anexado por Israel, a pesar de que conforme a resoluciones de la ONU, Israel debe respetar las fronteras que existían con el territorio palestino previo a dicha guerra en 1967.
En otro suceso acaecido al día siguiente del asesinato de Fuad Shurk, las fuerzas especiales de Israel asesinaron en Teherán, capital de la República Islámica de Irán, a Ismael Haniyen, principal dirigente político de Hamás. Haniyen se encontraba de visita en Teherán para asistir a los actos de toma de posesión del presidente electo de Irán, Massaud Pezeshkian. Se trata de dos severos golpes tanto para la milicia islámica de Hezbolá en Líbano, como para la milicia islámica de Hamás en Gaza.
Tanto las milicias de Hezbolá, como las de Hamás, así como el gobierno de la República Islámica de Irán, anunciaron de inmediato acciones de represalia contra Israel. En el caso de Irán, estaba de por medio reivindicar su soberanía frente a Israel luego de éste país haber llevado a cabo acciones de terrorismo de Estado, como fue el atentado contra Haniyen en suelo iraní. De ahí la importancia que debía darse a la expresión hecha por el gobierno iraní de que responderían a la agresión israelí y que el asesinato de Haniyen no permanecería impune.
Ciertamente era de esperar que el acto de represalia militar de parte de Irán contra Israel sería superior al dado por dicho país el pasado mes de abril en represalia por el ataque de Israel a su embajada en Siria. Entonces la respuesta de Irán fue lanzar contra el territorio israelí 320 misiles y drones. Sin embargo, la respuesta advertida por Irán a raíz del asesinato de Haniyen en Irán aparentaba retrasarse. Se indicaba entonces que la causa de la demora era por estar en espera del resultado de la conversaciones sostenidas por varios países árabes de la región, junto a Israel y sus aliados de Occidente, procurando un cese al Fuego en Gaza.
Las acciones encubiertas de Israel a finales del mes de julio de este año, se llevaron a cabo cuando se realizaban importantes gestiones para alcanzar un acuerdo de cese al fuego en Gaza. Mientras los países árabes que intervenían en las negociaciones procuraban buscar un cese de hostilidades que eventualmente condujera a un acuerdo de paz, procurando así no agudizar el conflicto, evitando extender el mismo a uno de dimensión regional; Israel con sus acciones procuraba un enfrentamiento con lo quien ha calificado como la “cabeza de la serpiente”, la República Islámica de Irán. Según la lógica de los gobernantes israelíes, cortando la cabeza de la serpiente, desaparecería toda amenaza en la región.
En junio de este año, el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, indicó que su país se encontraba listo “para pasar a la ofensiva en el Frente Norte con Líbano y estar a punto de tomar dicha decisión.” A lo que se refería Halevi no era realmente al Líbano sino a Hezbolá. Funcionarios del gobierno israelí manifestaron entonces que Líbano sería “reducido a la Edad de Piedra”.
Para el gobierno israelí la “Alianza del Eje de Resistencia Islámica” comprende a Hezbolá, Hamás, la República Árabe Siria, a los combatientes hutíes en Yemen y a la República Islámica de Irán. El Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha declarado que la situación de su país con el Líbano, más que un enfrentamiento con Hezbolá, será un enfrentamiento con la República Islámica de Irán.
Hezbolá es considerada la fuerza militar no estadual más grande y poderosa a escala global. Surge luego de la invasión de Israel al Líbano en 1982 en el marco de la guerra civil librada en dicho país entre 1975 y 1990. Supuso una ruptura de la organización “Movimiento Amal’, adoptando su fundación oficial como “Amal Islámico” en 1985. La organización se inscribe en la corriente musulmana chiita. Fue responsable por el ataque en 1983 contra una instalación de la infantería de marina de Estados Unidos en Beirut donde fallecieron 258 efectivos militares y otro ataque en el cual fallecieron 75 militares franceses.
Se indica que Hezbolá cuenta con más de 100 mil efectivos, activos y reservistas, y según informa el “Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales”, con alrededor de 150 a 200 mil misiles, mayormente suministrados por Irán.
Desde el 7 de octubre de 2023 hasta mediados del mes pasado se han desarrollado entre Hezbolá y las Fuerzas de Defensa de Israel en la frontera libanesa alrededor de 7,400 incidentes armados. Algunas fuentes indican que entre el 7 de octubre de 2023 y el 26 de julio de 2024, Israel ha llevado a cabo 6,093 ataques en Líbano con un saldo de 542 libaneses muertos; mientras Hezbolá ha llevado a cabo 1,211 ataques contra el territorio de Israel con un saldo de 21 muertos.
Durante los días 17 y 18 de septiembre de 2024 se llevó a cabo una operación encubierta por parte de Israel mayormente en el Líbano, aunque también se desarrolló aunque en menor medida en Siria, en la cual perecieron no menos de 40 personas, decenas resultaron con heridas graves y alrededor de otras 3,000 con heridas de diversa gravedad. Muchas de las víctimas sufrieron graves heridas en la cara, en los ojos, en las manos y en el vientre. El mecanismo utilizado en la acción terrorista consistió en las explosiones simultáneas de “buscadores de personas” (beepers), radios comunicadores y los llamados “walkie-talkies” que portaban ciudadanos que presuntamente pertenecían o estaban vinculados con varias unidades de Hezbolá. Los primeros atentados ocurrieron mayormente en el barrio de Daniyeh en Beirut; Ali Al-Nahari y Riyaq, en el valle central de Beqqa; y en Sidón y Tiro en el sur del Líbano.
Entre la víctimas de las operaciones encubiertas de Israel se encuentra el embajador de la República Islámica de Irán en Líbano, Mojtaba Amani. Se indica estos ataques utilizando “busca personas” radios comunicadores y “walkie-talkies”, constituyen la mayor falta en el aparato de seguridad de Hezbolá.
Todavía es incierto si se trata de la colocación de explosivos por parte del Mossad en un lote de buscadores de personas comprados a Taiwán; o si se trata de la explosión de las baterías de litio de tales buscadores a través de un mecanismo tecnológico operado a distancia por el Mossad.
El ataque fue catalogado por el gobierno libanés como el “preludio de un ataque mayor” y como una “agresión criminal israelí”. De inmediato, ni las Fuerzas Armadas de Defensa de Israel, ni su gobierno, han emitido comentarios. Por su parte el nuevo líder de Hezbolá, Hasaan Nasralá, acusó a Israel por los ataques, prometió “duras represalias y un castigo justo” contra dicho país y señaló que se trataba de una “declaración de guerra”. Indicó que el castigo a Israel será “tanto donde lo espera como donde no lo espera.”
El ataque, catalogado de “terrorismo de Estado” por observadores internacionales, coincide en tiempo con dos eventos vinculados uno con otro en torno a la situación en Medio Oriente. En las Naciones Unidas, la Asamblea General aprobó una resolución con 134 votos a favor, 14 votos en contra y 34 abstenciones exigiendo a Israel “poner fin a su presencia ilegal en el Territorio Palestino Ocupado”. La resolución establece “a más tardar en un plazo de 12 meses”, la retirada de Israel de los territorios ocupados.
La resolución se basa en una “Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia” del pasado mes de julio de 2024. En ella se exige de Israel: (a) el retiro de sus fuerzas militares del Territorio Palestino Ocupado, incluido su espacio aéreo; (b) poner fin a sus políticas y prácticas ilegales, incluyendo el cese inmediato de toda nueva actividad de asentamiento, (c) la evacuación de todos los colonos del Territorio Palestino; (d) el desmantelamiento de las partes del muro construido en el Territorio Ocupado; y (e) derogar toda legislación y medidas que mantienen la situación ilegal en Palestina.
La resolución exhorta a la comunidad internacional a no reconocer ni cooperar con las medidas emprendidas por Israel para explotar los recursos naturales en el Territorio Ocupado, ni a los intentos de Israel de establecer cambios en la composición demográfica o en el carácter geográfico de los territorios ocupados.
El segundo evento ha sido la determinación del gobierno encabezado por Benjamín Netanyahu el pasado 15 de septiembre de 2024 de incorporar como otro objetivo en la guerra que libra Israel contra Hezbolá y Hamás, el regreso de más de 60 mil residentes israelíes asentados en la porción norte del país que es limítrofe con Líbano, que fueron desplazados y evacuados de sus hogares como resultado de los ataques de Hezbolá en suelo israelí. Se trata de la incorporación de una nueva condición que seguro prolongará aún más el conflicto y dificultará una salida a corto plazo. Por lo anterior, de acuerdo con el gobierno israelí se trata de un objetivo que sólo se conseguirá “mediante una acción militar.”
De acuerdo con la BBC, la segunda ola de explosiones en el Líbano el pasado 18 de septiembre dejaron un saldo de 25 muertos y 450 heridos. Se informó, además, que Israel había comenzado la movilización de la “98 División del Ejército” desde la zona de Gaza hacia la frontera norte del país en lo que las propias autoridades militares han calificado como “una nueva fase” de la guerra. Si partimos de los criterios utilizados en el ejército estadounidense, una división la integran entre 10-12 mil efectivos.
Se ha indicado que Israel ordenó las detonaciones de los dispositivos en los buscadores de personas (“beepers”) anticipando su detección por parte de Hezbolá y como antesala a su ofensiva militar en Líbano. De acuerdo con el Ministro de Defensa de Israel, se está “abriendo una nueva fase en la guerra que requiere coraje, determinación y perseverancia de nuestra parte.” Se indica que estas segundas explosiones, a diferencia de la primera ola, ocurrieron esta vez en radios portátiles y “walkie-talkies”. Se trata en todo caso de mecanismos dirigidos, además de imprimir el terror, a afectar las comunicaciones entre los efectivos y mandos de Hezbolá de cara a la anunciada ofensiva militar.
El Consejo de Seguridad de la ONU se propuso reunirse de inmediato para atender la situación en el Líbano. Expertos internacionales han pedido que “los Estados deben llevar ante la justicia a quienes ordenaron y ejecutaron estos ataques, incluso en el marco de la jurisdicción universal sobre crímenes de guerra”. Por su parte, el Primer Ministro de Líbano ha indicado que la “primera responsabilidad en este contexto recae en la comunidad internacional y debe disuadir a Israel de su agresión porque este asunto no sólo concierne a Líbano sino a toda la humanidad.”
El tiempo transcurre y el peligro del incremento de la violencia en la región es real, aumenta cada segundo.
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