La interrupción del flujo de gas natural desde la Federación de Rusia a través del suelo ucraniano y la situación del conflicto entre Moldavia y Transnistria
3 de enero de 2025
Moldavia y Transnistria son nombres ajenos a la mayoría de los/as puertorriqueños/as. A lo sumo, para algunos se trata de nombres asociados a alguna región en Asia Central; a la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; o quizás para los menos, alguna noción vaga dentro del conflicto bélico que ha venido librándose por más de dos años en suelo ucraniano entre la Federación de Rusia, la Unión Europea y la OTAN, con Estados Unidos a la cabeza de todo.
En los pasados días se ha dado a conocer una noticia que no deja de sorprender en el marco del conflicto que se libra en Ucrania. Se trata de la decisión de dicho país de no permitir, a partir del 1 de enero de 2025, el tránsito a través de su territorio de gas natural proveniente de la Federación de Rusia hacia países de la Unión Europea.
Para muchos es inconcebible cómo, a pesar de esta guerra que ya lleva casi tres años, y a pesar de las múltiples sanciones económicas impuestas a la Federación de Rusia por la Unión Europea y Estados Unidos, en plena guerra y durante los pasados años, Rusia hubiera continuado con el suministro de gas natural a la Unión Europea. Más aun, sorprende que tal suministro energético se haya dado utilizando como zona de tránsito el territorio ucraniano. No deja de ser pertinente, cómo, en pleno desarrollo de esta operación militar, el gobierno de Zelensky haya consentido el uso de gasoductos que discurren sobre suelo ucraniano para transportar desde Rusia a Europa el gas natural.
En efecto, luego de más de cinco años de tránsito de gas natural proveniente de la Federación de Rusia a través de territorio ucraniano, a partir del 1 de enero de 2025 se ha interrumpido dicho flujo.
La decisión de suspender el tránsito a través de Ucrania del gas ruso no impedirá a la Federación de Rusia continuar enviando gas natural hacia países de la Unión Europea. Lo puede seguir haciendo a través de Hungría, Turquía y Serbia por el gasoducto TurkStream a través del Mar Negro. El territorio ucraniano había sido utilizado para el transporte de gas a Europa básicamente desde 1991.
Mientras en 2021 la cifra de gas ruso que iba a Europa era de 40%, para 2023 se había reducido a 10%. El consumo en los países europeos varía dependiendo el país. Mientras Italia, Eslovaquia, Austria y Hungría han mantenido el consumo anterior más alto, el resto de los países han disminuido significativamente el consumo. La baja en el suministro de gas natural que ha tenido la Federación de Rusia, en parte ha sido amortiguado por la cantidad de gas que se ha exportado hacia otros países en la región de Asia, especialmente hacia la República Popular China.
Ucrania por su parte ha sido amenazada por Eslovaquia en cortar el suministro de energía eléctrica a dicho país en momentos en que Rusia ha venido golpeando la infraestructura eléctrica de Ucrania. Países como Polonia están importando gas natural de Estados Unidos, Qatar y el Mar del Norte lo que conlleva un incremento en los costos.
Moldavia, que no forma parte de la Unión Europea, se estima será uno de los países que se verá más seriamente afectada con la interrupción del flujo de gas hacia dicho país ya que su capacidad de generación de electricidad depende en gran medida del gas ruso. Lo mismo ocurre con Transnistria, región separatista localizada entre Moldavia y Ucrania cuya capital es Tiráspol. Según el censo de 2021, allí residen, 518,700 personas.
De acuerdo con Swissinfo.ch, la central termoeléctrica de Transnistria comenzó a emplear carbón en lugar de gas. La central cuenta con reservas de carbón que permitirán garantizar durante casi dos meses el suministro de electricidad a los consumidores de la región.
Las centrales localizadas en Transnistria, que cubren el 80 % de las necesidades de energía eléctrica de Moldavia. Ahora, sin embargo, ante el cierre del gasoducto, se verá obligada a recibir parte de la energía eléctrica importándola desde Rumanía a un precio más elevado.
El pasado 13 de diciembre, Moldavia decretó el estado de emergencia energética por 60 días ante la amenaza de una crisis humanitaria debido al previsto corte del tránsito del gas ruso por el territorio de Ucrania.
De acuerdo con la BBC, Transnistria es una pequeña región de algunos 4,163 kms.2, limítrofe con Ucrania que se encuentra en el este de Moldavia, un país que formó parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) desde 1940 hasta su disolución a principios de 1990. No se trata de la única región discontinua con relación a la Federación de Rusia en la cual la mayoría de la población se considere a sí misma rusa y en efecto, Rusia tenga interés geopolítico.
Este es el caso de Kaliningrado, una porción de territorio de unos 15,100 kilómetros cuadrados en la desembocadura del Río Pregel, que lleva su cauce de agua hacia el Lago Vístula, el cual a su vez desemboca en al Mar Báltico. Este enclave ruso fue objeto de conquista y ocupación por el Ejército Rojo al final de la Segunda Guerra Mundial. A diferencia de Transnistria, Kaliningrado ha permanecido desde entonces formando parte, primero de la Unión Soviética, y tras su disolución, de la Federación de Rusia.
Kaliningrado es un territorio discontinuo del resto de la Federación de Rusia. Es lo que se conoce como un “oblast”, o territorio administrativo. Este enclave, con una población aproximada de poco menos de un millón de habitantes, hace frontera al norte y este con Lituania y el Mar Báltico y al sur con Polonia. Lituania, a su vez, comparte fronteras, al norte con Letonia (Latvia), al este con Bielorrusia (Belarus) y al sur con Polonia.
Desde el 18 de junio de 2022, Lituania, que forma parte de la OTAN, ha impuesto sobre Kaliningrado un bloqueo económico impidiendo el tránsito de productos y mercancías desde y hacia la Federación Rusa. Con el Bloqueo ha impactado el 50% del tráfico comercial hacia dicho enclave ruso. El gobierno de la Federación de Rusia ha señalado que la decisión lituana conllevaría fuertes represalias, incluso ha sugerido que éstas podrían ir más allá de una mera respuesta económica.
La distancia entre Kaliningrado y Moscú es de 1,092 kilómetros. A pesar de la distancia, el enclave de Kaliningrado es parte de la zona de seguridad de la Federación de Rusia, estando allí localizada la sede de su Flota del Mar Báltico.
En 1989 el gobierno moldavo inició negociaciones para su reunificación con Rumanía. Sin embargo, la población localizada al este del Río Dniester, lo que hoy es Transmistria, proclamó su independencia en 1990, lo que generó un conflicto armado con Moldavia que duró hasta julio 1992 cuando se acordó un alto al fuego.
Entonces se creó una Comisión Tripartita conjunta de la cual participan la Federación de Rusia, Moldavia y Transnistria. Si bien se ha mantenido el alto al fuego, la situación secesionista de Transnistria no se ha resuelto.
Moldavia no reconoce la independencia de Transnistria, la que considera una región autónoma moldava. Transnistria por su parte mantiene un gobierno propio, conformado por un Poder Ejecutivo, Parlamento, Fuerzas Armadas, Policía, Sistema Postal y moneda. Al igual que Moldavia, Transnistria fue ocupada por la URSS durante la Segunda Guerra Mundial separando dicho territorio de Rumanía estableciendo allí un “oblast”.
La guerra civil no duró mucho, pero desde el cese al fuego en julio de 1992 se encuentran estacionados cerca de 1,700 soldados rusos para "mantener la paz" en el territorio de Transnistria.
Desde el 22 de junio de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución A/RES/72/282 en la cual “insta a la Federación de Rusia a que complete, de manera incondicional y sin más dilación”, la retirada de sus fuerzas militares y sus armamentos “del territorio de la República de Moldavia”. La Federación de Rusia controla los arsenales de armamentos que aún permanecen en Moldavia (y en consecuencia en Transnistria) desde la época de la URSS. La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa reconoció el 15 de marzo de 2022 mediante Resolución que Transnistria era un “territorio de Moldavia ocupado” por la Federación de Rusia.
Aparte de otras regiones en disputa dentro de la Federación de Rusia, como son Abjasia, Nagorno Karabaj y Osetia del Sur, que han establecido relaciones diplomáticas con Transnistria, ningún otro Estado miembro de Naciones Unidas la reconoce.
Transnistria, sin embargo, es tan autónoma que incluso las autoridades moldavas admiten no tener control sobre dicho territorio. La mayoría de su población, de alrededor de 500,000 habitantes, tiene doble o triple nacionalidad, o sea, rusa, moldava o ucraniana.
Para 2004 surgió otra situación entre el gobierno moldavo y el de Transnistria. Ante un intento de bloqueo económico por parte de Moldavia, Transnistria respondió con el corte del suministro de electricidad a Moldavia toda vez que la mayor parte de la infraestructura eléctrica de la cual depende Moldavia fue la construida por la URSS en suelo de Transnistria. La intervención entonces de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) logró negociar un acuerdo.
Chisináu, la capital de Moldavia, queda localizada a menos de 70 kms. al sureste de Tiráspol, capital de Transnistria. Con sus 130,000 habitantes, Tiráspol es una pequeña ciudad que a menudo la describen como "atrapada en la URSS".
En esta capital regional no faltan calles con nombres de figuras comunistas o fechas importantes de la era soviética, ni tampoco una gran estatua de Lenin que se impone frente al edificio del Parlamento local. Su bandera es la única bandera de un país que aún tiene la hoz y el martillo, símbolo de lo que fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
En 2006 el Parlamento de Transnistria convocó a la población a un referéndum en el cual se sometieron a votación dos preguntas: Primero, la renuncia de la población a la independencia y su integración con Moldavia; la segunda, la independencia y una posible integración con la Federación de Rusia, siguiendo el ejemplo de llevado a cabo en Crimea.
Con una participación del 78.55% de los electores, el resultado de la primera pregunta fue NO con un 96.61% de los votos; mientras que en la segunda pregunta el resultado fue SI con 98.07% de los votos.
La respuesta rusa ha sido a los efectos de que si Moldavia pierde su autonomía, por ejemplo integrándose con Rumanía, harían efectivo el resultado del referéndum de 2006. El dato es que de todos los partidos políticos existentes en Transnistria, ninguno apoya la integración con Moldavia, todos abogan por la independencia. Estudios señalan que entre los rumanos étnicos, tan solo el 25% apoya la reunificación con Moldavia.
Transnistria no tiene salida al mar, aunque si mantiene una línea de frontera con Ucrania de unos 405 kms. localizada al sur, limítrofe con Odesa, que sí lleva al Mar Negro. Una expansión de los territorios hoy ocupados por la Federación de Rusia en Ucrania, donde se amplie hacia el oeste la ocupación del territorio hoy reconocido como ucraniano, incluyendo precisamente la región de Odesa, ampliaría significativamente el área bajo el control de la Federación de Rusia con relación al Mar Negro, dejando sólo bajo el control de Ucrania apenas una porción de territorio localizada al sur de Moldavia. De ser ocupada dicha región, la Federación de Rusia cerraría definitivamente todo acceso de Ucrania al Mar Negro y con ello, la salida de su producción comercial, incluyendo la agrícola, por la vía marítima hacia Europa.
Si lo anterior ocurriera y se sumara, además Moldavia al conflicto armado, estaría en juego no sólo la eventual seguridad de Moldavia como Estado político independiente, sino podría verse arrastrado en el conflicto Rumanía, lo que activaría la participación de la OTAN en la guerra frente a la Federación de Rusia.
Habría que ver cuánta capacidad tendría Rusia para enfrentar una ampliación de esta naturaleza del actual conflicto del cual participa.