Escrito por Alejandro Torres-Rivera / MINH
El 14 de enero de 2008 asumió las riendas como presidente de la República de Guatemala, Álvaro Colom Caballeros. Como candidato y dirigente de Unidad Nacional de la Esperanza se enfrentó en una segunda vuelta al general retirado, [...]
Otto Pérez Molina del Partido Patriota. El término de su presidencia finalizará el próximo mes de enero de 2012. Las elecciones presidenciales en Guatemala se encuentran pautadas para el 12 de septiembre cuando, una vez más, Pérez Molina figurará como candidato a la presidencia por el derechista Partido Patriota.
La República de Guatemala ubica en América Central, comprendiendo una superficie de 108,889 kilómetros cuadrados. Su población está compuesta en un 51% por población indígena, mayormente maya. En el territorio nacional, además del castellano, se hablan 23 lenguas originarias. Obtuvo su independencia de España el 13 de septiembre de 1821. En su frontera noroeste, colinda con México; en su porción noreste con Belice; al sureste con Honduras y El Salvador; y al sur, con el Océano Pacífico.
La historia del país durante el pasado siglo ha sido una marcadamente vinculada a los intereses imperialistas en la región. A partir del año 1901, bajo la presidencia militar dictatorial de Manuel Estrada Cabrera, la United Fruit Company, conocida en Guatemala como Chiquita Banana, se estableció y desarrolló como la principal empresa económica del país. Es precisamente del emporio que desarrolla la United Fruit Company, hoy conocida como “Chiquita Brands International”, que se acuña el término “república bananera” para significar los modelos dictatoriales, militaristas y de supresión de derechos del pueblo establecidos con la bendición del gobierno y empresas estadounidense. Mediante estos modelos se ha pretendido maximizar la explotación y saqueo de los recursos de los pueblos controlados estas empresas mediante caudillos dictadores militares, puestos y quitados a gusto por estos sectores de poder económico. En su desarrollo, ya para 1944, la United Fruit era dueña y señora del 40% de la tierra guatemalteca, sus puertos, así como también de vastos territorios dentro de otros países vecinos.
Para el año 1944 un grupo de oficiales militares jóvenes, llamados “Revolucionarios de Octubre”, derrocaron al gobierno del presidente Federico Ponce Valdés sustituyéndolo por una Junta Militar. La Junta quedó integrada por el Mayor Francisco Javier Arana, el Capitán Jacobo Arbenz y el Sr. Jorge Toriello Garrido, quienes poco después convocaron a elecciones libres que fueron ganadas por Juan José Arévalo Bermejo, intelectual guatemalteco regresado desde su exilio en Argentina.
El programa de Arévalo Bermejo se inspiró en la política del Nuevo Trato que había sido impulsada en Estados Unidos por Teodoro Roosevelt. Como presidente, Arévalo Bermejo inició reformas que fueron posteriormente profundizadas por su sucesor, Jacobo Arbenz, quien propuso de inmediato un programa de reforma agraria a partir de la nacionalización de las tierras improductivas, sucesión en usufructo a los campesinos y la legalización de organizaciones políticas como el Partido Guatemalteco del Trabajo.
Las reformas impulsadas por Arbenz llevan a que las clases propietarias y oligarcas soliciten del gobierno de Estados Unidos su intervención presentando a Arbenz como un peligro comunista en la región. En respuesta a lo anterior, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, con el visto bueno de la Administración de Eisenhower, organizó lo que vino a llamarse “Operación PBSUCCESS”. Ésta consistía en entrenar y financiar una fuerza paramilitar que llamaron “Movimiento de Liberación”, cuya tarea era la liquidación del gobierno de Arbenz. Ingresando desde la vecina república de Honduras, en 1954 se produjo el Golpe de Estado contra el gobierno constitucional de Arbenz procediendo a instalarse una nueva Junta Militar, defensora de los intereses de la United Fruit en Guatemala, presidida por el General Carlos Castillo Armas. Al Golpe de Estado siguió un régimen de represión.
A la muerte de Castillo Armas en 1957, se desata una guerra civil entre sectores auto proclamados como anti comunistas, apoyados y financiados por Estados Unidos; mientras desde el interior de la fuerzas populares, emergieron organizaciones político militares que enfrentaron los planes del gobierno. La lucha contra los gobiernos militares tomaría varias décadas hasta que en 1982 las organizaciones revolucionarias consolidarían una respuesta organizativa común bajo una nueva organización que pasaría a denominarse Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).
Entre 1978 y 1986 la represión de sucesivos gobiernos militares cobró la vida de más de 250 mil personas y más de 45 mil desaparecidos. El genocidio librado por el Estado guatemalteco contra las poblaciones indígenas, a las que consideraba bases de apoyo de la lucha guerrillera, conllevó el desplazamiento de más de un millón y medio de personas y el exilio de cerca de 450 mil campesinos que emigraron a México. La historia de Guatemala en este periodo de represión da cuenta de 667 masacres de poblaciones campesinas y la destrucción completa de 443 aldeas.
El respaldo logístico dado a las fuerzas armadas y grupos paramilitares apoyados por el gobierno de parte de Estados Unidos obligó a los movimientos armados guerrilleros a transitar desde una etapa de ofensiva táctica hacia una etapa de defensiva estratégica.
Hacia 1983 el General Ríos Mont, causante bajo su mandato entre 1982 y 1983 de más de 60 mil muertos, fue depuesto por su Ministro de la Defensa, el General Óscar Mejía Víctores. A pesar de provenir de los estamentos militares responsables de la represión contra el pueblo, fue Mejía Víctores quien viabilizó una lenta transición hacia la vigencia de libertades civiles y democracia representativa en Guatemala convocando a una Asamblea Constituyente el 1 de julio de 1984. El proceso iniciado termina en la redacción de una nueva Constitución y viabiliza unas nuevas elecciones que culminan con un presidente electo por la Democracia Cristiana, Vinicio Cerezo. Este toma posesión de su cargo el 14 de enero de 1986.
El periodo que sigue se conoce en Guatemala como la etapa de los llamados “gobiernos democráticos” a pesar de la ocurrencia de al menos dos intentos fallidos de golpes de Estado ocurridos en 1988 y 1989. Nuevos eventos electorales se sucedieron en adelante, incluyendo otras transformaciones políticas como fueron los acuerdos negociados entre el Gobierno y la URNG en materia de derechos humanos (1994); sobre el retorno de los desplazados (1994); sobre el esclarecimiento histórico de lo ocurrido en los años precedentes (1994); y finalmente, sobre los derechos indígenas (1995), lo que significó nuevos avances en el proceso de la pacificación del país y el regreso a la institucionalidad. Fue el 29 de diciembre de 1996, cuando finalmente el gobierno firma los Acuerdos de Paz con las organizaciones revolucionarias, que se pone, al menos formalmente fin, a un conflicto que se prolongó por 36 años, aunque para otros duró mucho más si se toma en consideración el año 1954, que marca el Golpe de Estado contra Jacobo Arbenz.
A pesar de lo anterior, otras manifestaciones de violencia continuaron desarrollándose en Guatemala, más reciénteme vinculadas al crimen y al narcotráfico, actividades éstas que han gozado de amplio apoyo e impunidad por parte de algunos de los gobiernos “democráticamente electos”.
Durante el mandato de Álvaro Colom Caballeros, su gobierno ha estado al borde del colapso como resultado de acciones de aquellos sectores que se resisten al cambio y temen la pérdida de sus privilegios.
El próximo 11 de septiembre, se efectuarán las elecciones presidenciales en Guatemala donde, en un clima de inestabilidad política y social, participarán once partidos. Uno de ellos, el partido de gobierno aspira a postular para la presidencia a la esposa del actual presidente de la república en medio de cuestionamientos sobre su capacidad para postularse a dicha posición dada su anterior relación matrimonial con el presidente Álvaro Colom Caballeros. Es probable que una segunda vuelta sea necesaria a pesar de que las encuestas señalan al candidato del Partido Patriota como ganador. Otras fuerzas sociales están también presentando candidatos que si bien no tienen o no cuentan quizás con la fuerza política necesaria para prevalecer en estas elecciones, postulan propuestas alternas de cambio social para el país como es la candidatura de la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchu.
Lo que ocurra en Guatemala en las próximas elecciones puede alterar la correlación de fuerzas entre sectores progresistas y neoliberales en esta región de América Central.
21 de agosto de 2011
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