En vísperas de la celebración en Puerto Rico de primarias del Partido Republicano de Estados Unidos, dirigentes de la Juventud Hostosiana (JH) catalogaron el evento como un “circo imperialista”. No había forma más  precisa y exacta de describir la realidad.

Poco más de 100,000 electores en Puerto Rico respondieron a la convocatoria del gobierno pitiyanqui de Luis Fortuño y acudieron al llamado a votar en la primaria colonial. Una cantidad exigua si se toma en consideración que el universo de electores en Puerto Rico sobrepasa los 2 millones de personas. Pero no deja de ser cierto que los que participaron en dicha primaria republicana es como si 100,000 pollitos votaran a favor de Kentucky Fried Chicken. Veamos.

Mitt Romney, favorecido por los incautos “pollitos” en Puerto Rico y quien actualmente lleva la delantera para retar a Barack Obama en las elecciones del 6 de noviembre, es promotor del discrimen contra los inmigrantes, propone recortes a los programas de asistencia social a los pobres, está en contra de la reforma de salud en Estados Unidos y favorece el achicamiento del aparato gubernamental mediante el despido de empleados públicos. Es además un férreo defensor de la política guerrerista e intervensionista de Estados Unidos en el mundo, lo que se traduce en mayor cantidad de soldados boricuas movilizados a esos fines y la utilización de nuestro suelo como base de operaciones militares. Romney ha dicho públicamente que favorece que Estados Unidos asegure mayor presencia militar en nuestro hemisferio ante lo que califica como “amenazas socialistas” de Hugo Chávez en Venezuela y de la familia Castro en Cuba.

Los candidatos republicanos se han expresado en repetidas ocasiones en contra de los derechos de la mujer. En particular Mitt Romney ha prometido derogar toda política pública salubrista dirigida a facilitar la distribución de anticonceptivos entre jóvenes. Y para quebrarle el pescuezo a los pollitos anexionistas antes de echarlos a freír, los candidatos republicanos han dicho con toda claridad que mientras Puerto Rico sea un país pobre e hispanoparlante, no tiene ninguna oportunidad de ser aceptado en Estados Unidos como estado. Mas claro no canta un gallo.

*Mirando al Sur, columna semanal del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico en el periódico del gobierno bolivariano de Venezuela, Correo del Orinoco.