Escrito por Julio A. Muriente Pérez / Copresidente del MINH
La llegada ilegal y almacenamiento en lugar incierto, de un gran cargamento del peligroso contaminante Naled a espaldas y—alegadamente— con el desconocimiento del gobierno de Puerto Rico, es una muestra elocuente y a la vez patética de la ausencia de poderes del ELA para determinar qué o quién entra o sale del País. Semejante impunidad de las agencias federales y de sus cómplices aquí, así como de los mercaderes de ese veneno mortífero, muestra el rostro bochornoso del colonialismo, de quienes poco le importa el peligro inminente en que se pone al pueblo puertorriqueño.
La ausencia de respuestas y explicaciones, así como las evasivas por parte de funcionarios gubernamentales ante este escandaloso asunto, revela la medida en que estamos carentes de poderes para defender nuestra salud y nuestra integridad.
De esa misma forma es que Puerto Rico se satura diariamente de armas y drogas, que entran al País con absoluta impunidad, causando tanto pesar y sufrimiento. Mientras el control de aduanas y del espacio aéreo, marítimo y terrestre puertorriqueño esté en manos del gobierno de Estados Unidos, prevalecerá esa indeseable situación.
Reiteramos nuestro rechazo firme a la intención gubernamental de fumigar al País con ese agente químico, atentando contra la seguridad y la vida de seres humanos, fauna y flora.
Si por obstinación o cobardía, el gobernador Alejandro García Padilla autoriza esa fumigación aérea, estaría incurriendo en un acto criminal imperdonable.
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