Escrito por Julio A. Muriente Pérez / Copresidente del MINH
Aplaudimos la iniciativa del querido compatriota Luis Gutiérrez, de radicar un proyecto de ley en el Congreso de Estados Unidos en favor de la libre asociación o independencia para Puerto Rico. Una vez más, Luis da un paso al frente en defensa de los mejores intereses de nuestro Pueblo.
La actitud asumida ya por anexionistas y colonialistas ante la iniciativa de Luis Gutiérrez, les delata. Cometen el sacrilegio mayor, al pretender descualificar esa iniciativa, porque proviene de un puertorriqueño "de los Estados Unidos". No es casualidad que la consulta mal llamada plebiscitaria diseñada por el PNP para celebrarse en junio próximo, excluya la participación de la mayor parte de nuestra población, que reside en aquel país.
Luis Gutiérrez es hijo de una emigración multitudinaria preconcebida para que esa inmensa horda de desposeídos lanzada a la pobreza, el frío y el discrimen, se diluyera en el "american way of lifestyle". Pero han podido más el patriotismo, el amor a la cultura y el afán de prevalecer como nación en esos millones de puertorriqueños y puertorriqueñas.
Estados Unidos nos impuso su ciudadanía. Nosotros no la pedimos. Le permitieron a la diáspora participar en sus procesos electorales, y lo hemos hecho. Ellos lo elucubraron para que fuéramos asimilándonos. A través de personas como Luis Gutiérrez, nosotros lo hemos aprovechado para adelantar la causa libertaria de nuestra única nación, Puerto Rico.
Para sorpresa y consternación de los enemigos de la Patria, hemos plantado en el corazón mismo del Congreso yanqui, a un boricua oriundo de San Sebastián, militante de la causa de Vieques, activista de la libertad de Oscar López, e independentista comprometido. Eso es lo que le duele a los colonialistas y anexionistas.
!Ya hubieran querido --en su día-- contar los independentistas de las trece colonias con uno de los suyos metido en el parlamento de Jorge III de Inglaterra!
Con toda seguridad el proyecto al Congreso de Luis Gutiérrez terminará en la gaveta de algún archivo o en algún cesto de la basura. Evidentemente, en el Congreso de Estados Unidos no hay la voluntad necesaria para contribuir a la verdadera descolonización de Puerto Rico, que sólo será posible a través de la soberanía nacional.
Pero, con la sola radicación de dicho proyecto de ley, ya se cumplió el cometido de impactar, de llamar la atención y particularmente de denunciar e impugnar las pretensiones antinacionales de Jennifer González y el PNP.
Hace sesenta y dos años --el primero de marzo de 1954-- fuimos al Congreso encabezados por Lolita Lebrón, a los tiros, a reclamar respeto para Puerto Rico. Hoy volvemos a la carga, con otros proyectiles y el mismo propósito.
Un hijo predilecto de esta nación se ha encargado de tan patriótica tarea.
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