Escrito por Elaine Mulet Hocking
San Juan- El Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) exige la renuncia de la cúpula de la Policía de Puerto Rico, de su superintendente José Figueroa Sancha y de los coroneles y altos oficiales que son responsables directos de la corrupción desenfrenada del cuerpo policiaco, por complicidad, por negligencia, o por ambas.
Resulta evidente la intención de Figueroa Sancha y del gobierno de Luis Fortuño y el PNP de federalizar los operativos policiacos en el país. Eso, entre otras cosas, explica que no sean el Departamento de Justicia y la Policía los que lleven a cabo investigaciones y detenciones de corrupción policaca, sino el FBI. Tanto Justicia como la Policía han terminado siendo sellos de goma de los federales.
Figueroa Sancha, el Departamento de Justicia y el gobernador Fortuño sabían desde hace dos años lo que estaba ocurriendo en la Policía y no hicieron nada para impedir que la corrupción y la complicidad policiaca con el narcotráfico campearan por sus respetos. Desde un primer momento le entregaron el caso a los federales, en el afán obsesivo de insertar a Puerto Rico en la política estadounidense.
Desde hace más de dos años el MINH ha llamado la atención sobre el deterioro de la función policíaca en Puerto Rico, de los reiterados abusos cometidos contra la población y la incapacidad para servir al país y se ha unido al clamor general de nuestro Pueblo por la destitución del Superintendente de la Policía de Puerto Rico, José Figueroa Sancha, desde que inició su mandato en enero de 2008.
Hace apenas dos días, la Dirección del MINH expresó públicamente que desgraciadamente “el ciudadano no puede distinguir quién viene detrás de ese biombo azul: si un asesino vestido de policía o un protector de la vida, la seguridad y la propiedad de la ciudadanía”. Nos referíamos a la avalancha de asesinatos de ciudadanos inocentes en Puerto Rico: desde el 2005 hasta hoy, según cifras oficiales, 24 personas han sido asesinadas por policías, 15 de ellos durante el pasado año. De estos, sólo un caso llegó a los tribunales: el de Miguel Cáceres, porque lo asesinaron en público y se grabó para la historia. La cifra de tantos casos sin esclarecer es escandalosa.
Desde que este Gobierno se inauguró, la tasa de asesinatos en Puerto Rico crece escandalosamente. Ya ha alcanzado la cifra de 745 asesinatos este año, 50 más que los que se cometieron para la misma fecha el año pasado: una de las más altas del mundo.
A estas estadísticas vergonzosas y alarmantes se une hoy el narcotráfico y la corrupción, en las filas policiacas.
La responsabilidad de Estados Unidos
La noticia que recorrió el mundo ayer miércoles decía que el operativo contra la corrupción policíaca que el FBI desplegó en Puerto Rico fue “la investigación y operativo más grande de la historia de Estados Unidos”. Esas fueron palabras de Eric H. Holder, Jr, Secretario de Justicia del Gobierno de Obama. Las expresó en la conferencia de prensa que celebró en Washington, DC para anunciar el “éxito” del operativo y asegurar la interrupción inmediata del tráfico de drogas en Puerto Rico.
A lo que no se refirió el Secretario Holder es a la gran responsabilidad que tiene el gobierno de Estados Unidos, por la situación en que se encuentra nuestro país. En Puerto Rico no se produce droga ni se fabrican armas. Lo uno y lo otro viene de afuera. Puerto Rico carece del poder para vigilar y controlar sus espacio marino, aéreo y terrestre. No tenemos control de entrada y salida por puertos y aeropuertos. Ese control está en manos de los federales.
Mientras tanto, Puerto Rico ha sido transformado en un puerto de transborde para introducir la droga que consumen millones de norteamericanos.
La profunda desigualdad económica y social que reina en nuestro pueblo, así como la presión de un sistema que promueve el consumo enloquecido, de una sociedad que exalta los valores más triviales y en la que vales por lo que posees, son detonantes que empujan a un sector de nuestra población a involucrarse en el narcotráfico. Eso incluye a parte de los miembros de las fuerzas policíacas.
Una vez más nos unimos al clamor de las comunidades, de los pobres, de los trabajadores, de los estudiantes, de la comunidad dominicana y del pueblo en general para que el Gobernador Fortuño ejerza su autoridad y destituya a Figueroa Sancha y su cúpula por corruptos e ineptos.
Hay que limpiar la Policía. Hay que adecentar la Academia de la Policía. Hay que poner un detente a tanta arbitrariedad y abuso policiaco. Pero tenemos que hacerlo nosotros mismos, no el FBI, agencia represiva extranjera que tiene sus manos ensangrentadas por los abusos que también ha cometido contra nuestro pueblo.
Elaine Mulet Hocking
Secretaría de Comunicación Social y Propaganda
Tel. (787) 748-3711
Movimiento Independentista Nacional Hostosiano
Calle 25 NE 339, Urb. Puerto Nuevo San Juan, Puerto Rico 00920
7 de octubre de 2010
Comunicado de prensa
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