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Las elecciones presidenciales de El Salvador el 2 de febrero de 2014

elsalvadorEl Salvador es la más pequeña de las repúblicas que componen América Central y la única que no tiene costa Atlántica.

 

 

A pesar de ser el país más pequeño de la región con una superficie de 20,742 km2, es uno de los más densamente poblados con 6.3 millones de habitantes. Entre los años 1900 a 1966 su población se triplicó pasando de un millón a más de tres millones. Para finales de la década de 1970 se estimaba su población en un 70% de mestizos, un 20% amerindios y 10% criollos. Poblado entonces fundamentalmente por mayas, la conquista del territorio por los conquistadores españoles se inicia hacia 1524.

Los primeros movimientos emancipadores se registran entre los años 1811 a 1824. Cuando en 1821 Guatemala proclama su independencia y al año siguiente decide integrarse al Imperio Mexicano de Iturbide, El Salvador se opuso por lo que fue invadido en 1823. A la caída del Imperio de Iturbide en 1824, El Salvador pasó a formar parte de las “Provincias Unidas de América Central”. En 1859 se declara un “Estado Libre”, procediendo nuevamente Guatemala a invadirle, lo que volverá a repetirse en 1906.

Hacia finales de la década de 1920 y comienzos de la década de 1930 la situación económica del país, agravada por la baja en los precios del café, único pilar económico de la República, desató un incremento sin precedente en la desocupación, la miseria y el hambre. Múltiples huelgas y movilizaciones se desarrollaron bajo la dirección de la “Federación Regional de Trabajadores” fundada en 1924, del “Partido Comunista Salvadoreño” y del “Socorro Rojo Internacional”, fundados ambos en 1930. Los movimientos de protesta llevaron al derrocamiento del gobierno en 1931. Ante el fraude electoral en las elecciones municipales y legislativas de 1932 en las cuales participó el Partido Comunista Salvadoreño, su liderato organizó un levantamiento popular. Uno de sus dirigentes principales fue Agustín Farabundo Martí. Dada la alta participación de indígenas en el levantamiento, la oligarquía y los sectores militares ordenaron la matanza de todo indígena sospechoso de estar vinculado con el levantamiento popular, produciéndose así, el asesinato de entre 10 a 30 mil indígenas. También ese año fue fusilado bajo acusación de traición y rebelión, junto a los estudiantes Mario Zapata y Alfonso Luna, el dirigente comunista Agustín Farabundo Martí.

La Dictadura establecida desde entonces fue sacudida en abril de 1944 por una rebelión militar. Al baño de sangre que siguió a la intentona, el pueblo respondió con una huelga de brazos caídos que paralizó el país. Para evitar el avance de los comunistas al frente del movimiento sindical a través de la “Unión Nacional de Trabajadores”, se produjo otro golpe militar. A partir de éste se sucedieron distintos gobiernos militares hasta que en 1961 estos sectores castrenses fundaron el Partido de la Conciliación Nacional, el cual se mantuvo en el poder hasta 1979.

Desde su fundación y por espacio de cuarenta años, el Partido Comunista de El Salvador fue la única organización de izquierda que operó en el país. En las elecciones efectuadas en 1977 participaron tanto el Partido de la Conciliación Nacional frente a la Unión Democrática Opositora. Se indica que el fraude en estas elecciones no tuvo precedente.

Para 1974, sin embargo, habían comenzado a operar en El Salvador algunos destacamentos guerrilleros. A la altura del año 1976 existían las siguientes organizaciones guerrilleras:

(a) El Frente Popular de Liberación “Farabundo Martí” (FPL) fundado en abril de 1970. Fue el primer movimiento guerrillero, fundado por disidentes del Partido Comunista Salvadoreño que en 1970 se decidieron por la lucha armada como eje de la lucha política dentro de una concepción de guerra popular prolongada. Planteando la visión de un gobierno revolucionario hegemonizado por la clase obrera en alianza con el campesinado, impulsaban un programa socialista.

(b) El Partido de la Revolución Salvadoreña (PRS), mejor conocido como el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El ERP surge en marzo de 1972 aunque su origen puede trazarse también a 1970. Postulaban la creación de un partido de la Revolución Salvadoreña, la dictadura del proletariado y la alianza obrero-campesina.

(c) Las Fuerzas Armadas de la Resistencia Nacional (FARN), fundada en mayo de 1975. Surge a raíz de un debate en el seno del PRS en torno a la conducción del proceso revolucionario. Planteaba que para poder pasar a una etapa de desarrollo socialista en El Salvador, era necesario primero un período de transición donde se realizaran cambios indispensables. Esta “etapa” la denominaban como período de la “revolución democrática popular”. En el marco de esta división es que se produce el asesinato del poeta y revolucionario Roque Dalton.

(d) El Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC), fundado el 25 de abril de 1976.

En el movimiento de masas operaban distintas organizaciones entre ellas el Bloque Popular Revolucionario (BPR), vinculado a las FPL, fundado el 30 de julio de 1975 y el Frente de Acción Popular Unificada (FAPU), vinculada con las FARN, fundada en septiembre de 1974; la Ligas Populares “28 de febrero”, vinculadas con el ERP, fundadas en marzo de 1977; la Unión Democrática Nacionalista, frente político del Partido Comunista; y la Liga para la Liberación, vinculada con el PRTC, surgida en abril de 1975

El FAPU agrupaba a la Federación de Campesinos Cristianos, la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños, la Asociación de trabajadores Agropecuarios y Campesinos de El Salvador y el Frente Universitario de Estudiantes Revolucionarios Salvador Allende. Sin embargo, un debate en torno a si existían o no condiciones para un Frente Amplio unificado de toda la izquierda provocó la salida de la Federación de Campesinos Cristianos y la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños pasando estos a formar el 30 de julio de 1975 el Bloque Popular Revolucionario (BPR). Las Ligas Populares 28 de febrero de 1977 fueron formadas por las LP obreras, por las LP de estudiantes de secundaria, por las LP universitarias y las LP campesinas.

Hasta el año 1979 cada agrupación guerrillera y cada organización de masas trabajaba independiente una de las otras. No es sino hasta el 10 de enero de 1980 que se inicia el proceso de unificación de las diferentes organizaciones revolucionarias en una instancia común de coordinación dentro del marco de una ofensiva general de las fuerzas político-militares revolucionarias dando así inicio a una etapa superior de lucha denominada Guerra Popular Revolucionaria. En mayo de ese año se funda el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y se crea el Directorio Revolucionario Unificado Político-Militar (DRU-PM) compuesto por: (a) las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí (FPL), cuyo brazo militar será la Fuerzas Armadas Populares de Liberación (FAPL); (b) Resistencia Nacional (RN) y su brazo militar la Fuerzas Armadas de Resistencia Nacional (FARN); (c ) el Partido de la Revolución Salvadoreña (PRS) y su brazo militar el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP); y (d) el Partido Comunista de El Salvador.

Igualmente como parte del esfuerzo de coordinación revolucionaria, se creó el Frente Democrático Revolucionario (FDR) al cual se adscribieron dos estructuras adicionales de coordinación: (a) La Coordinadora Revolucionaria de Masas, que incluía las estructuras de masas vinculadas con las agrupaciones político-militares; y (b) El Frente Democrático, que agrupaba el resto del conjunto de las organizaciones sociales (cristianos, sindicales y estudiantiles y como observadores, la Federación Nacional de la Pequeña Empresa y la Universidad Católica José Simeón Canas.

En este esfuerzo unificador de las diferentes tendencias y corrientes revolucionarias jugó un papel importante la Revolución Cubana. Las condiciones emergentes de una guerra civil en El Salvador, que se extendió por doce años y tuvo un saldo estimado de 75 mil muertos, en su mayoría campesinos, impusieron a las organizaciones político-militares de la izquierda, si querían avanzar hacia una etapa superior de desarrollo, la necesidad del consenso y la unidad política. La guerra civil entre 1980 y 1992 concluyó cuando las partes en el conflicto, con la mediación de la Organización de las Naciones Unidas, suscribieron los “Acuerdos de Paz de Chapultepec” el 16 de enero de 1992. Sin esa unidad revolucionaria jamás se hubieran alcanzado los acuerdos de paz.

En esta epopeya de lucha por parte de fuerzas armadas irregulares que se estimaban entre 8-10 mil guerrilleros armados con fusiles de asalto y armamentos artesanales; frente a una fuerza militar profesional, compuesta por 50 mil efectivos, incluyendo unidades élite entrenadas por Estados Unidos y apertrechadas con todo tipo de armamento ligero, misiles, artillería, vehículos blindados, helicópteros, aviación de combate y apoyo logístico de expertos en guerra irregular de Estados Unidos e Israel, se escribieron importantes páginas de la lucha revolucionaria contemporánea.

Al final del conflicto, donde conforme a los acuerdos de paz se procura regresar a la institucionalidad del país, se sustituyó la policía de la oligarquía por una policía mixta, con la participación de efectivos de ambas partes en el conflicto; se depuraron las Fuerzas Armadas de aquellos violadores de derechos humanos, torturadores, asesinos y criminales; se legalizaron los partidos políticos y se abrieron espacios democráticos que propiciaron el avance hacia elecciones limpias; se comienza a atender, aunque aún en forma limitada, el problema de la reforma en la tenencia de la tierra y las libertades civiles, junto con la reconstrucción de las zonas destruidas por la guerra. En este nuevo espacio en 1992 el FMLN se transforma en un partido político. Desde entonces, el FMLN ha venido participando activamente en la vida política democrática burguesa salvadoreña. El FMLN  ha avanzando en la lucha por el poder político, elecciones tras elecciones, hasta el triunfo obtenido en las elecciones presidenciales de 2009 en las cuales sus candidatos a la presidencia y vicepresidencia, Mauricio Funes y el exdirigente guerrillero, Salvador Sánchez Cerén respectivamente, lograron el triunfo.

La Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), engendro estadounidense creada en 1981 por el miembro fundador de los escuadrones de la muerte Roberto Daubisson para enfrentar al FMLN en el plano político, fue gobierno durante las décadas de 1989 a 2009.

El programa presentado por el FMLN en las elecciones de 2009 incluyó como aspectos fundamentales los siguientes: (a) sacar a El Salvador de la crisis en que está sumido; (b) tomar la ruta del desarrollo; y (c) construir y consolidar la democracia y el Estado de derecho.

Considerando los Acuerdos de Paz de 16 de enero de 1992 como el “triunfo popular de mayores alcances después de la Declaración de Independencia”, el FMLN señaló que las reivindicaciones sociales, económicas y políticas aún han sido insuficientes, por lo que propuso cuatro ejes esenciales en su Programa: (a) Reforma Social hacia una sociedad justa y solidaria; (b) Reforma económica para el bienestar; (c) Sustentabilidad ambiental hacia una sociedad en armonía con la naturaleza; y (d) Reforma política.

El programa identificaba los desafíos que enfrentaría un gobierno de cambio en El Salvador indicando: (a) la necesidad de establecer un mínimo vital para las familias salvadoreña; (b) lograr el crecimiento de la economía; (c) frenar la inseguridad de la ciudadanía; (d) acortar la brecha del conocimiento; (e) saneamiento de las finanzas públicas; (f) reducción en el impacto de la crisis en los renglones alimentarios, energéticos, cambio climático y los efectos en la recesión en Estados Unidos– que dicho sea de paso, impactan las remesas que el país recibe de parte de aquellos que han emigrado hacia este país–; (g) la unidad nacional del pueblo salvadoreño; (h) derrotar los bloqueos al avance de la democracia; (i) fortalecer el Estado de derecho sobre bases democrática; y finalmente, (j) fortalecer la Unión Centroamericana.

Durante los cinco años de gobierno del FMLN a partir de 2009 se produjeron importantes avances en El Salvador. Se destacan entre ellos importantes desarrollos en la educación, la seguridad social, la lucha contra la corrupción, el freno a la ofensiva neoliberal en el país, combatir la pobreza extrema y la seguridad pública.

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales efectuada el pasado 2 de febrero, el FMLN con Salvador Sánchez Cerén como candidato a la presidencia obtuvo el 48.93% de los votos; mientras que Norman Quijano de ARENA obtuvo el 38.95% siendo seguido por el candidato de la agrupación Gran Alianza por la Unidad Nacional y exdirigente de ARENA Elías Antonio Saca González con un 11.44% de los votos.

Conforme a la Constitución del país, para que el Tribunal Supremo Electoral certifique un ganador en las elecciones presidenciales, el candidato ganador debe acumular una mayoría absoluta de votos. De ello no ocurrir, el Tribunal debe convocar una segunda elección en un plazo que no excederá de 30 días, donde los dos partidos con mayor número de votos participen. En la segunda vuelta a realizarse el 9 de marzo próximo se disputarán la presidencia y vicepresidencia del país los candidatos del FMLN y ARENA.

Uno de los temas candentes en la campaña electoral ha sido la criminalidad. Sobre esta última hay que decir que no obstante los esfuerzos del gobierno del FMLN, donde los asesinatos se han reducido de 15 diarios en 2009 a 6 diarios, el país sigue siendo uno de los más violentos de América Central constituyendo las gangas de delincuentes y la criminalidad un problema mayúsculo. A diferencia de las propuestas que ha presentado el FMLN para el manejo del problema de la delincuencia con un rostro humano, tocando a las puertas de la pobreza y desigualdad como factores precipitantes de la misma, las propuestas de ARENA y la Unidad Nacional han estado dirigidas a afirmar una política de mano dura que incluye la militarización de la vida en El Salvador.

A raíz del resultado obtenido en las pasadas elecciones, los candidatos del FMLN, aun dentro de las profundas diferencias con la Unidad Nacional, han propuesto una alianza electoral con dicha coalición de partidos que consolide una sólida mayoría frente a ARENA en la segunda vuelta. Si bien es de esperar que en la segunda vuelta prevalezca el FMLN, no obstante, no deben subestimarse las posibilidades del retorno de ARENA al gobierno, toda vez que esa masa de votos que representa la coalición política que votó por la Unidad Nacional, tiene el potencial de moverse en apoyo a uno u otro partido político en la segunda vuelta. Sin embargo, si el FMLN logra mantener unida a su base ARENA tendría que arrastrar hacia ellos básicamente a la totalidad del 11.44% de los votos que obtuvo la Unidad Nacional en la primera vuelta para prevalecer en la segunda vuelta. Confiamos que el FMLN logre prevalecer en las elecciones de 9 de marzo, lo que permitirá consolidar el gobierno del FMLN y su programa en el contexto de la realidad salvadoreña.


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