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Los recientes sucesos en la Franja de Gaza

palestinaEl 15  de junio de 2014 voceros del gobierno israelí informaron que tres estudiantes israelíes secuestrados desde el día 12 de junio habían sido asesinados.



De acuerdo con Karin Brothers, en reseña publicada en Global Research E-Newsletter, desde el primer momento las autoridades del gobierno de Israel impusieron una ¨orden de mordaza¨ a la prensa sobre el tema, a la vez que sugirieron que las muertes de los estudiantes habían sido ocasionadas por dos palestinos vinculados con el Movimiento de Resistencia Islámica HAMAS. La información oficial difundida fue seguida por otras expresiones del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en las cuales, acusando de secuestro y asesinato a dicha organización, ordenó un proceso de arrestos y registros de residencias contra militantes y funcionarios de HAMAS que llevó al encarcelamiento de más de 600 afiliados a dicha organización islámica.

De acuerdo con información hecha pública más adelante una vez se liberó la orden de mordaza, el gobierno israelí tuvo conocimiento del secuestro de los estudiantes apenas 10 minutos después de su ocurrencia cuando se recibe la llamada de uno de los jóvenes, la cual dura alrededor de 49 segundos, seguida por el ruido de unos disparos. Esta llamada fue inicialmente ignorada por la policía. No es sino hasta cinco horas más tarde, cuando se recibe la llamada de uno de los padres de los jóvenes informando la desaparición de su hijo, que se activa el operativo policiaco de búsqueda. De acuerdo con la publicación citada, el gobierno israelí, hasta el presente, no ha aportado pruebas concluyentes sobre la participación de HAMAS en el secuestro y asesinato de los tres jóvenes israelíes. Sencillamente se han limitado a publicar los retratos de dos personas que alegan se encuentran afiliados a HAMAS y no han podido localizar. Si es cierto que la responsabilidad por dichas muertes recae en ellos, los procesos judiciales son los llamados a fijar la responsabilidad por los mismos y no como ha ocurrido, apoyarse en el dolor de los familiares de la víctimas para justificar nuevas políticas genocidas contra la población palestina.

Los sucesos alrededor del secuestro y muerte de los jóvenes israelíes, sin embargo, ha sido utilizado por el Estado de Israel para: (a) promover la división entre las diferentes agrupaciones políticas palestinas en el proceso de reunificación que venía desarrollándose en el gobierno entre el sector de HAMAS en la Franja de Gaza y la organización Al Fatah, la cual es la organización mayoritaria en el gobierno de la Autoridad Nacional Palestina, en el área de Cisjordania y los territorios ocupados; (b) justificar una operación de castigo mediante el uso de la fuerza militar contra la población palestina en la Franja de Gaza y contra la organización HAMAS; (c) legislar en el Parlamento de Israel (Knesset) un impedimento para el retorno de Jerusalén del Este a manos de los palestinos; (d) provocar el desarrollo de una tercera Intifada de parte de los palestinos contra Israel que justifique a su vez una intervención militar de mayor alcance; y (e) volcar el odio de la población judía contra la población palestina que profesa la fe islámica en la región, exacerbando sus prejuicios religiosos y ultranacionalistas donde se rechace todo tipo de acuerdo que permita la creación de un estado independiente palestino en la región.

El escrito de Global Research sugiere que el resultado de los secuestros y los asesinatos de los tres jóvenes israelíes ha resultado como anillo al dedo para los designios más inmediatos de Israel en su política contra el pueblo palestino.

De hecho, no sería la primera vez en la historia que detrás de un acto imputado al llamado ¨enemigo¨, se escondan las intrigas de servicios de inteligencia de gobiernos en el poder capaces de desarrollar horrendos crímenes con el único y deliberado propósito de adelantar sus agendas políticas imperiales. Si como muestra un botón basta, podemos referirnos a la voladura del buque Maine en la Bahía de La Habana en 1898; o al incidente naval entre buques de Estados Unidos y lanchas torpederas del entonces Vietnam del Norte en el Golfo de Tonkín en los años sesenta del pasado siglo. Ambos sucesos resultaron convenientemente ser precipitantes de dos conflictos bélicos donde Estados Unidos fue parte.

Los efectos de la campaña oficial de Israel contra HAMAS no se han hecho esperar. El miércoles 2 de julio, en el barrio Shuafat localizado en el sector del Jerusalén hoy ocupado por Israel, en las proximidades a una mezquita y antes de que comenzara la hora de oración del Ramadán, fue secuestrado según testigos por parte de colonos israelíes que lo forzaron a entrar a un vehículo, un niño palestino de 16 años de nombre Mohammed Abu Judair. Más adelante el niño fue ejecutado, presumiblemente por sus captores. Poco antes hubo otro intento de secuestro, esta vez de un niño de ocho años, en otro barrio de Jerusalén. Mohammed fue apuñalado, torturado y luego calcinado.

Los sucesos que siguieron a las muertes de los tres jóvenes israelíes, llevaron a partir del 9 de julio a que el gobierno de Israel ordenara el bombardeo de la Franja de Gaza. Los ataques, efectuados por aviones de combate, han impactado a  unos 750 objetivos. Esta escalada de violencia, a su vez, ocasionó un incremento en los enfrentamientos en tierra entre militantes de HAMAS y las milicias y el ejército de Israel.

Al presente, decenas de miles de reservistas y soldados regulares del ejército de Israel han sido activados para el desarrollo de una operación a la cual Israel ha puesto por nombre ¨Filo Protector¨. Algunos analistas, sin embargo, en la traducción del término, también la llaman ¨Margen  Protector¨. Bajo este nombre, al histórico bloqueo por mar, tierra y aire que ha mantenido Israel durante años contra la población palestina que vive en la Franja de Gaza, se suman los bombardeos aéreos y los ataques mediante artillería sobre zonas densamente pobladas donde de manera indiscriminada, diariamente están muriendo sus residentes. Bajo la premisa de que la operación militar tiene por objetivo frenar en lanzamiento de cohetes que desde la Franja de Gaza lanzan organizaciones palestinas contra el territorio arrebatado por la fuerza por parte de Israel a la propia población palestina, se monta hoy una de las más importantes campañas militares lanzadas por Israel en los pasados años contra la población palestina desde su fallida guerra contra Hezbolah en el Líbano en 2006.

Internamente, si bien en un inicio surgieron profundas diferencias entre los sectores políticos en el gobierno de Israel sobre la deseabilidad o no de lanzar en estos momentos una ofensiva militar contra la Franja de Gaza, el deterioro de la situación entre las partes beligerantes, como ocurrió en el pasado en tiempos de guerra, llevará a la mayoría del gobierno israelí a cerrar filas con sus dirigentes. Todo apunta a que las diferencias que inicialmente surgieran entre los halcones de la guerra israelíes, encabezados por el Ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman; el Primer Ministro Benjamín Netanyahu; y el ultraderechista Naftalí Bennett, líder de la tercera formación con mayor peso parlamentario, han ido ganando terreno frente a la Ministra de Justicia, Tzipi Livni y su colega Ministro de Economía, Yair Lapid, quien dirige la segunda fuerza de coalición en el parlamento. Éstos últimos, si bien no son elementos de un centro político o de una izquierda, ciertamente sus posiciones no están tampoco en esta coyuntura en una posición de extrema derecha.

Se indica que en los primeros días de los enfrentamientos  Israel ha utilizado la aviación para bombardear posiciones dentro de la Franja de Gaza, mientras a su vez, desde dicho territorio se han lanzado más de 200 cohetes contra posiciones civiles y militares israelíes. Voceros del gobierno de Israel se han negado a decir cuánto tiempo durarán los ataques contra la Franja de Gaza, aunque el Primer Ministro Netanyahu ha manifestado que la operación militar ordenada sería  ¨una operación larga, continua y potente.¨

Hace menos de seis años, un 28 de diciembre de 2006, Israel lanzó otro ataque a gran escala contra la Franja de Gaza causando cerca de 600 muertos y alrededor de 4 mil heridos. Su ataque vino como resultado el triunfo de HAMAS en dicho territorio desplazando del poder la representación de la Autoridad Nacional Palestina encabezada por Mahmud Abbas, líder de la ANP y de la  organización Al Fatah. Más recientemente, a finales de 2012, Gaza fue también objeto de ataques por parte de Israel. En los nuevos acontecimientos, hasta el pasado jueves en que se reunió el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para examinar la situación en la Franja de Gaza, más de 80 palestinos  habían muerto como resultado de los ataques de Israel mientras los heridos se sumaban en más de medio millar, desbordando la capacidad de los hospitales en Gaza de atender la situación surgida. A todo esto, la ofensiva por parte de Israel, como ha ocurrido antes, cuenta con el apoyo y bendición del gobierno de Estados Unidos, donde a la vez que  sus voceros  dicen interesar ver la reducción en la violencia, por otro lado indican que respaldan la ofensiva israelí y culpan a HAMAS por lo que ocurre.

Se indica por analistas de la situación en el Medio Oriente, que a diferencia de entonces, hoy HAMAS es una organización mucho más fuerte y sus milicias se encuentran mejor entrenadas y equipadas para enfrentarse a Israel. De hecho, ya son varios los misiles lanzados desde plataformas localizadas en la Franja de Gaza que han sido derribados sobre la superficie de ciudades como Jerusalén, Tel Aviv y otras importantes ciudades en Israel. Igualmente, se ha documentado enfrentamientos entre combatientes palestinos y las fuerzas armadas de Israel durante intentos de infiltración desde mar por parte de éstos a territorio ocupado por Israel.

El pasado miércoles, Khaled Meshaal, dirigente de HAMAS ofreció un alto al fuego predicado en las mismas bases sobre las cuales se alcanzó el cese de los ataques en 2012, a saber: fin de la ofensiva militar por parte de Israel; la liberación de los prisioneros previamente liberados por Israel pero apresados nuevamente enredadas recientemente realizadas y el respeto por parte de Israel a la creación de un gobierno de unidad nacional por parte del pueblo palestino. La oferta fue de inmediato rechazada por Israel, indicando su Ministro de Inteligencia, Yuval Steinitz la intención de tomar el control de Gaza ¨por un par de semanas¨.

La estrategia de Israel parece por el momento limitarse a destruir desde el aire importantes objetivos en tierra de las milicias de HAMAS que permitan ablandar el terreno para una posterior operación por tierra. Mientras tanto, el Gobierno de Israel ha llamado al servicio activo a alrededor de 40 mil reservistas y ha iniciado la movilización hacia las cercanías de la Franja de Gaza de 15 mil efectivos del ejército regular. Tal desplazamiento de efectivos hace suponer un posible operativo militar por parte de Israel de gran alcance que incluya la penetración de sus fuerzas armadas, incluyendo unidades blindadas, dentro del territorio palestino en Gaza.

Una medida de esta naturaleza, que ni siguiera fue planteado en 2008 podría disparar el gatillo de un conflicto de mayores y más duraderas consecuencias, claro está, con un impuesto mayor de sangre. Bajo tales premisas, sin embargo, será abundante la sangre a ser derramada por ambas partes en el conflicto.  Para HAMAS, un escenario de guerra así ya no será meramente un ejercicio de resistencia y sobrevivencia; sino el de una guerra de salvación nacional, donde se pondrán en juego todas las opciones de sacrificio, para un pueblo mártir como ha sido por tantas décadas el pueblo palestino.

Una vez más, Israel hace todo cuanto está a su alcance para evitar el surgimiento del reconocimiento por parte de la comunidad internacional de un Estado palestino independiente, con las fronteras definidas con anterioridad a la Guerra de 1967; y claro está, todo cuanto esté a su alcance para descarrilar cualquier posibilidad de reunificación de los diferentes sectores políticos y religiosos que componen la diversidad dentro de la población palestina.

Los pueblos palestino e israelí tienen el derecho a vivir en paz, tienen el derecho a convivir entre sí, cada cual dentro del marco de unas fronteras reconocidas por la comunidad internacional. Si bien mediante la Resolución 181 (II) de las Naciones Unidas de 29 de noviembre de 1949 no se establecieron los linderos territoriales del Estado Palestino, ciertamente bajo el ¨Plan de Partición con Unión Económica¨ que de desarrolló como resultado de dicha Resolución, se estipulaban las premisas para su eventual creación. El reclamo de la comunidad internacional es hoy casi uniforme al demandar la creación de un Estado nacional palestino dentro del marco de las fronteras establecidas previo a la Guerra de los Siete Días de 1967. La realidad, sin embargo, es que a la anexión en dicha guerra de los territorios de la Alturas de Golán en Siria: la anexión del Margen Occidental de la rivera del Río Jordán (hoy Cisjordania); y la anexión de parte de los territorios en la Península del Sinaí que antes formaron parte de Gaza, península que fue devuelta en parte por Israel a Egipto tras los acuerdos alcanzados entre sus gobiernos, es una piedra en el zapato para cualquier tipo de arreglo negociado entre palestinos e israelíes mientras Israel continúe y mantenga su política de expansión en territorio palestino.

Los pueblos del mundo debemos levantar hoy nuestra voz demandando el cese de la agresión al pueblo palestino y la defensa de su reclamo a su libre determinación e independencia.


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