Nuevas complicaciones en los escenarios de guerra en el Medio Oriente: la extensión del conflicto a Líbano, Yemen e Irán
9 de agosto de 2024
Dentro de lo que ha sido la intervención militar de Israel en Gaza, dirigida a la eliminación de Hamás y las escaramuzas llevadas a cabo en su frontera norte con Líbano con las milicias de Hezbolá, cada día se acerca más un choque frontal entre esta organización e Israel, enfrentamiento que puede arrastrar también a la guerra a la República Islámica de Irán.
Hace ya tiempo se viene advirtiendo por analistas que observan y analizan los conflictos en el Medio Oriente, que uno de los objetivos colaterales de la invasión israelí a la Franja de Gaza incluye provocar un conflicto armado con la República Islámica de Irán, a quien Israel considera su mayor enemigo y su mayor peligro en la región.
En el pasado mes de junio, Herzi Halevi, Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel indicó que su país se encontraba listo “para pasar a la ofensiva en el Frente Norte con Líbano y estar a punto de tomar una decisión.” De hecho, voceros de Hezbolá habían anticipado que Israel se proponía iniciar una ofensiva en dicho mes contra Líbano. Entre la expresiones de funcionarios del Gabinete de Guerra presidido por Benjamín Netanyahu se ha expresado que Líbano será “reducido a la Edad de Piedra”. No hay por qué dudar que tal sea la intención de los sionistas el frente del gobierno de Israel.
Refiriéndose a lo que llama “Alianza del Eje de la Resistencia Islámica”, que comprende a Hezbolá, Hamas, Siria, los combatientes hutíes en Yemen y la República Islámica de Irán, Netanyahu ha descrito la situación hacia el Líbano, más que como un enfrentamiento con Hezbolá, como un enfrentamiento con la República Islámica de Irán en suelo libanés.
Como parte de los preparativos de Israel para una operación militar en el Líbano, se convocó al servicio activo 50 mil reservistas adicionales. Israel ha ordenado, además, la evacuación de miles de sus ciudadanos de las ciudades cercanas a la frontera con Líbano.
Hezbolá no es un enemigo fácil para Israel. Puede resultar mucho más duro que Hamás en la Franja de Gaza. Se estima que Hezbolá cuenta con unos 100 mil combatientes activos y reservistas. En cuanto a armamento, se estima que la organización cuenta en sus arsenales con no menos de 150 mil misiles en gran parte suministrados por la República Islámica de Irán. Se trata no de meras milicias, sino por el contrario, a pesar de Hezbolá no ser un ejército profesional, gran parte de sus combatientes y reservistas han tomado parte y se han fogueado en la guerra interna librada hace más de una década en Siria contra organizaciones respaldadas por Occidente.
Hezbolá cuenta también con la experiencia de enfrentamientos militares con las Fuerzas de Defensa de Israel, algunas de ellas significativas como las desarrolladas en los combates de 2006 donde se indica que un contingente de Hezbolá compuesto por mil milicianos se enfrentaron a entre 10 y 30 mil efectivos de Israel. En los combates perecieron 250 combatientes de Hezbolá así como 121 soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel. Entre las bajas de Israel se cuentan unos 1,200 efectivos heridos.
En los pasados días el Ministerio de Salud de Gaza informó que el saldo de muertes palestinas en Gaza ascendía a más de 39,623, mientras el número de heridos era de más de 91,469. Otros calculan que el número de muertos ya sobre pasa la suma de 41 mil. Esto no incluye aproximadamente 10 mil palestinos que se estiman yacen bajo los escombros de estructuras demolidas como resultado de los bombardeos israelíes.
De la cifra de muertos, se estimaba que más de la mitad corresponde a mujeres y niños. En el caso de éstos últimos, se indica que cada día al menos diez niños son víctimas de amputaciones de piernas y brazos.
La barbarie israelí ha llegado al punto de que primero a los palestinos se les obliga, como hicieron los nazis en Varsovia durante la ocupación alemana de la capital polaca, a desplazarse hacia zonas específicas, en este caso bajo carpas y toldos, y luego, en los mismos lugares a los cuales se forzó el desplazamiento, se bombardea bajo el supuesto de la eliminación de combatientes o dirigentes de Hamás. En tales bombardeos se asesina a cientos de palestinos desplazados.
La guerra, sin embargo, Israel la ha llevado más allá de Gaza. El 31 de julio pasado Hamás confirmó el asesinato de Ismail Haniyá, Jefe del Buró Político de Hamás en un atentado efectuado en Teherán, capital de Irán. Haniyá se encontraba en este país para participar de los actos de oficialización del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian. Se trata de un alto funcionario de Hamás participante dentro de los esfuerzos por una salida negociada en Gaza.
Mientras Teherán se prepara para una respuesta militar a Israel en represalia por este atentado dentro de su territorio, en Gaza se informaba el 5 de agosto de otro asesinato selectivo como resultado de un bombardeo, en esta ocasión de Abed al Zerei, Ministro de Economía del gobierno de Hamás. Se trataba de un funcionario considerado como persona clave en la distribución de combustible, gas y fondos para la población palestina desplazada.
Previamente al asesinato de Abed al Zerei, en otro ataque con bombas en la zona de al-Mawasi, cercana de la ciudad de Jan Yunis en Gaza resultó muerto Mohammed Deif, jefe del ala militar, las Brigadas al-Qassam. Se trata de una localidad que había sido designada por las Fuerzas de Defensa de Israel como “zona humanitaria, instando a los refugiados gazadíes a desplazarse a dicho zona. De acuerdo con autoridades israelíes el ataque tenía como objetivo la eliminación, no de uno, sino de dos altos dirigentes del ala militar de Hamás.
Deif había sido encarcelado en 1989 pasando 16 meses en prisión. Había sobrevivido varios atentados. Israel lo acusaba de planificar y llevar a cabo los atentados más mortíferos dentro de Israel en la década de 1990. Le consideraban también uno de los autores principales de los ataques del 7 de octubre de 2023 donde murieron 1,200 israelíes y extranjeros y donde secuestraron 251 rehenes.
Deif significa “visitante”. Su verdadero nombre era Mohammed Diab Al-Masry. Nació en un campo de refugiados precisamente de Jan Yunis en 1965. Estuvo afiliado a la agrupación “Hermanos Musulmanes”. Se unió a Hamas en 1987. Tras el asesinato de Salah Shehadeh en 2002, asumió la jefatura de las Brigadas al Qassam.
A Deif, licenciado en ciencias de la Universidad Islámica de Gaza donde estudió física, química y biología, se le atribuye un papel clave en el desarrollo de los cohetes Qassam y el desarrollo de la red de túneles en Gaza. Durante el asalto a Gaza en 2014 las Fuerzas de Seguridad de Israel mataron a su esposa y a dos de sus hijos.
Otros de los objetivos en esta operación era Rafa Salama, comandante de Hamás en Jan Yunis. Israel considera que algunos de los rehenes que se encontraban en la zona pudieron haber fallecido o resultado heridos en el ataque.
La zona bombardeada según testigos quedó devastada, como si hubiera ocurrido un terremoto. Los videos muestran gente cargadas en camillas, ensangrentadas, recibiendo tratamiento en el suelo y un gran cráter. La mayoría de quienes llegaron a un hospital de campaña llegaron muertas o heridas producto de la metralla.
No ésta fue la primera vez en las pasadas semanas que Israel ataca la población en los campos de refugiados. Veamos:
- 6 de julio: 16 personas murieron en un ataque a una escuela que había sido gestionada por la “Agencia de las Naciones Unidas para Refugiados” en Nuseirat, en el centro de Gaza. En su cuyo interior albergaba 2,000 personas.
- 7 de julio: cohetes lanzados en otra escuela en Gaza, esta vez gestionada por una iglesia, muriendo varias personas.
- 8 de julio: en horas de la noche, varias personas resultaron heridas como resultado del bombardeo a otra escuela en Nuseirat.
- 9 de julio: no menos de 29 palestinos y decenas de heridos fue el resultado que produjo de un ataque israelí a un campamento de desplazados frente a una escuela en Abasan al-Kabira, localizada al este de Jan Yunis.
El 5 de agosto, el Secretario de Estado de Estados Unidos advirtió de un posible ataque de Irán en represalia por el asesinato de Ismail Haniyeh la semana previa. En preparación para tal represalia, Estados Unidos ordenó un mayor desplazamiento de su personal militar enviando a partir del 2 de agosto más aviones y buques de guerra a la región.
La represalia ha sido prometida por el gobierno iraní. Se anticipa sería una represalia mayor a la desplegada por dicho país en los pasados meses como resultado del ataque israelí a su embajada en Siria. Hezbolá por su parte, también ha planteado que llevará a cabo su represalia por el asesinato imputado a Israel de uno de sus comandantes y dirigentes, Fuad Shurk. En la represalia anunciada, Hezbolá no ha descartado acciones contra objetivos civiles en Israel. De hecho, no sería un evento nuevo si se toma en consideración su ataque del pasado 27 de julio de 2024 a un campo de futbol localizado en un asentamiento en la Alturas de Golán en el cual murieron 12 niños israelíes que allí se encontraban.
La República Islámica de Irán ha advertido también su disposición a proveer armamento más avanzado a las milicias hutíes en Yemen, incluyendo misiles anti buques para ser utilizados contra barcos israelíes o de países aliados, sean éstos mercantes o militares, que transiten por la zona del Mar Rojo hacia o desde Israel.
Un involucramiento directo de Irán en este conflicto y una mayor respuesta de Israel hacia Irán, seguro involucrará aún más a Estados Unidos. El factor elecciones en Estados Unidos en la ampliación del conflicto regional involucrando a Irán, a diferencia del caso de dicho factor en el contexto del conflicto en Ucrania, es un asunto a evaluar. Se indica que no existen diferencias fundamentales entre cuál sería el enfoque ante una guerra de esta naturaleza por parte de Donald Trump, frente a la postura de Joseph Biden. Recordemos que durante su anterior mandato como presidente, Donald Trump fue un socio muy cercano en el respaldo a las posición de Benjamín Netanyahu, al extremo de reconocer la anexión de los territorios de la Alturas de Golán arrebatadas a Siria durante la Guerra de 1967; el movimiento de la embajada estadounidense y el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y el plan concebido de liquidación de la posibilidad de un Estado Palestino independiente como parte de los llamados “Acuerdos de Abraham”.
Una guerra que arrastre a Irán plantea también la interrogante de cuál sería la reacción de otros actores como es el caso de la Federación de Rusia y de la República Popular China; el posible involucramiento de Siria en dicho conflicto dada su estrecha relación con Irán y la presencia de unidades de combate de la Guardia Revolucionaria Islámica; la posición que asumiría en este contexto Turquía, a la cual en semanas recientes Israel ha reclamado su expulsión de la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN); como también desde un extremo distinto en cuanto a alianzas, las monarquías de la península arábica, Jordania y Egipto
El gobierno de Israel mientras tanto, insiste en estar preparado para cualquier represalia llevada a cabo por parte de Irán o Hezbolá. Más aún, independientemente lo que pueda ser el alcance de la represalia de estos sectores o de la reacción de Israel a las mismas, lo que sigue siendo claro es el objetivo de Israel de liquidar no sólo de Hamas en suelo palestino, sino de Hezbolá en suelo libanés como paso anticipado a su enfrentamiento con la República Islámica de Irán.
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