Escrito por Julio A. Muriente Pérez / Copresidente del MINH
El 26 de octubre de 1965 el querido compañero Juan Mari Brás ofreció una conferencia en la Casa Alcaldía de Río Piedras, que posteriormente fue publicada por la Editorial Claridad, bajo el título de Bases para la Unidad Anticolonial.
Casi medio siglo después, aquellos planteamientos sobre la unidad mantienen gran vigencia:
«En Puerto Rico lo que está planteado como controversia esencial es la afirmación de la patria frente a la pretensión de un poder extranjero de estrangularla y absorberla. En la tarea de hacer frente a tal pretensión tiene que unirse la patria entera.
»La unidad independentista es el trabajo concertado de las agrupaciones y personas que postulan claramente que Puerto Rico debe ser una república libre, soberana e independiente…
»Dentro de la actual realidad puertorriqueña, la unidad anticolonial abarca un ámbito mayor. Aspira a concertar el trabajo y esfuerzo emancipador de todas las fuerzas auténticamente puertorriqueñas que repudian la sujeción colonial de nuestra patria.
»La unidad independentista se dirige al objetivo de movilizar las fuerzas activas del independentismo. La unidad anticolonial se dirige a movilizar las fuerzas potenciales del independentismo…
»Se puede ir adelantando el trabajo hacia la unidad anticolonial, pero sin abandonar ni estancar el esfuerzo hacia la unidad independentista, porque la unidad independentista es lo que precipitará la unidad anticolonial.
»La principal diferencia entre la unidad independentista y la unidad anticolonial consiste en que en la última se aspira a reunir, no solamente a los que creemos que Puerto Rico debe ser una república…sino a todos los puertorriqueños que coincidan en la lealtad suprema a Puerto Rico como nuestra única patria, y en combatir el estado de coloniaje en que vivimos.
»Esto incluye—y ahí reside la diferencia—a los centenares de miles de paisanos que militan en o votan por los distintos partidos, principalmente el Partido Popular y que, aun cuando son independentistas potenciales, creen de buena fe en una asociación con Estados Unidos sobre bases de igualdad y soberanía.
»Puerto Rico como pueblo, como nación, como patria, tiene intereses completamente contradictorios con los del imperialismo norteamericano.
»…la unidad es ante todo y principalmente un proceso educativo, que requiere esfuerzo, organización, dedicación, sabiduría y recia voluntad de quienes intenten dirigirlo.
»…de la unidad puertorriqueña hay que excluir fundamentalmente a las clases y sectores que objetivamente no forman parte ya de nuestro pueblo, porque responden a intereses contradictorios al interés nacional de Puerto Rico.
»Saber trazar una frontera entre el adversario irreconciliable y los aliados potenciales es fundamental para delinear una acertada estrategia…
»La unidad –tanto en su fase independentista como anticolonial– tiene que fundarse en aquellos objetivos que nos son comunes, pasando por alto la diversidad de problemas en los que discrepamos.
»Nuestro objetivo inmediato debe ser la unidad independentista, que reúna en un frente unido a todas las fuerzas activas y pasivas del independentismo. El pueblo independentista está clamando por esa unidad.
»Concretada la unidad independentista, se impulsará con mayor aceleración la unidad anticolonial que envuelva a toda la puertorriqueñidad.
»…en ese esfuerzo unitario va envuelto el destino de Puerto Rico, nuestra Patria, a cuyo servicio y por cuya libertad hemos comprometido ya, desde hace tiempo, todo cuanto somos y tenemos: vida, hacienda y honor.»
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