La proliferación de estudios, encuestas y sondeos de opinión pública que han venido a ser la orden del día en la presente campaña electoral le permiten al país, y sobre todo a los que hacemos análisis continuos de los eventos que se van produciendo, [...]

hacer pronósticos del curso y resultado final de los varios eventos electorales a los que nos ha condenado este gobierno-partido-partido-gobierno que conduce los destinos del país. A los exámenes continuos de la opinión pública se han unido eventos especiales como resultan ser las sorprendentes primarias que acaban de celebrarse. Esas primarias han sido, a mi juicio, significativas en varios sentidos de gran importancia política.

Creo que el Alcalde de Guaynabo las convirtió en una prueba ácida para su partido pues le llevó un mensaje diáfano a todo el país sobre la corrupción electoral que practica el PNP. Al señalar a Edwin Mundo como el autor intelectual de una gran manipulación electoral blandió el sable contra la persona que el gobernador Fortuño ha encargado de ganar las elecciones una vez él lo designe como el comisionado electoral del PNP en la Comisión de Elecciones. Ese evento explosivo del Alcalde de Guaynabo, con acusaciones de falsificación de firmas y alteración de documentos, unido a la convicción general de que no pasará nada, no se investigará nada con resultados creíbles, ha consolidado el desprecio de los electores por las maquinarias partidistas y la irresponsabilidad investigativa del Departamento de Justicia. De ahí que las encuestas insistan en demostrarnos que la abstención electoral sigue manifestándose como una de las contestaciones del elector ante las continuas irregularidades cometidas por los partidos y consentidas por las agencias encargadas de investigarlos.

La aspiración del PNP de consolidar a Luis Fortuño como candidato a la gobernación una vez se privó al Dr. Iván González Cancel de su derecho a retarlo en primarias les ha rebotado; por el contrario, Fortuño se ha debilitado considerablemente e irreparablemente. Tampoco el proceso primarista ha fortalecido el liderato de Alejandro García Padilla y el sector que le da el mayor apoyo. El distinguido periodista Benjamín Torres Gotay ha señalado que la forma en que se desarrollaron las primarias mató la confianza en el sistema electoral caracterizando el proceso como “Disparo a la cabeza de la última ilusión”. Aunque coincido sustancialmente con el análisis del columnista, que en general escribe cosas con mucho sentido, discrepo de la generalización en este caso.

Hasta ahora, y salvo que recuentos indiquen lo contrario, las primarias del PPD tienen un contenido y unas consecuencias diferentes al saldo dejado en el PNP. Creo que el liderato del PPD no interfirió con unos resultados que, de cierto modo, le resultan adversos y que manifiestan la concreción de una línea política diferente a la manifestada hasta ahora por el grupo dirigente que acompaña a Alejandro García Padilla.

Creo que la base del PPD envió un mensaje importante sobre un estado libre asociado soberano. Ese mensaje se envió al privilegiar con la mayor cantidad de votos a líderes de ese partido que han abogado públicamente por el rescate de derechos soberanos para nuestro país. Creo firmemente que la elección de Carmen Yulín Cruz, de Luis Vega Ramos, de Charlie Hernández y la selección de Luis Raúl Torres como portavoz de la minoría, representan un mensaje de contenido ideológico que el PPD se verá obligado a escuchar y actuar de manera consecuente. La siguiente selección de Carmen Yulín como próxima alcaldesa de San Juan disminuirá parcialmente su participación en el debate ideológico ante la enorme responsabilidad que asumirá para cambiarle a la ciudad capital el diseño impuesto por Jorge Santini, pero por otra parte, magnificará su poder político porque, de realizar un trabajo de excelencia, como se espera, se convertirá en una líder con una fuerza política impresionante.

El camino ineludible del PPD es acoger un ELA soberano como la solución al problema de las injustas relaciones políticas existentes con Estados Unidos. Las primarias celebradas, así como las últimas dos encuestas importantes, así lo indican. Los más de 800 mil Populares que votaron por el PPD en las pasadas elecciones votaron por un programa político que consagraba la necesidad de luchar por un ELA soberano y ahora están confirmando su voluntad política. Fue un error de ese partido pensar que podían, desde el poder partidario, ignorar la decisión expresada por su electorado. Será con esa bandera que el PPD tendrá por necesidad que entrar a las profundas discusiones que le esperan en una Asamblea Constitucional de Estatus que vienen prometiendo de ganar las próximas elecciones.

Desde mi perspectiva de independentista inclaudicable, le daré la bienvenida al debate al verdadero ELA, de factura nacional, no territorial ni colonial.