Escrito por Wilma E. Reverón Collazo | Copresidenta del MINH
El año 2016 marcó el desmantelamiento del ELA con la decisión de Pueblos v. Sánchez Valle, la posición que asumió el Departamento de Justicia en el caso, la legislación PROMESA y la imposición de la Junta de Control Fiscal, todo ello con la sonrisa y el rostro amable del Presidente Barack Obama. Sí, el presidente demócrata que nos clavó (perdonen el lenguaje pero es el más acertado) sin compasión alguna.
El presidente Republicano Trump tiene la virtud de que no practica el arte de la hipocresía política. Miente e insulta descaradamente y sin compasión. No hay nada que esperar de él, y él no promete nada. El movimiento anexionista puede dar fe indubitable de su “honestidad” política.
No tenemos nada bueno que esperar ni de demócratas ni de republicanos. Por eso la participación de los puertorriqueños en Puerto Rico en las primarias demócratas y en aspiraciones presidenciales, solo los lleva al juego del “political correctness” y enfrentarán la mas amarga decepción con sus ¨candidatos¨. Bernie Sanders no ha sido la excepción. Jugando el juego del “political correctness” se ha decantado a favor de la estadidad para Puerto Rico, al igual que muchos en el mundo liberal de EUA.
Tan cercano como el pasado 24 de junio se celebraron vistas en el Comité de Descolonización de la ONU. ¿Hubo un solo candidato presidencial que tomara nota de ellas y se expresara por lo menos en la trillada frase de que respetaremos lo que el pueblo de Puerto Rico decida? No, porque ya están pensando como presidentes y guardando las formas del respeto a la política del Departamento de Estado ante la ONU que no reconoce la jurisdicción de la ONU sobre el caso de Puerto Rico.
Mientras, en Puerto Rico seguimos con el complejo de amebas: cada célula se divide para crear una nueva célula, ad infinitum. Surgen movimientos como los hongos. Los esfuerzos de “alianzas” se derrotan a sí mismos antes de nacer por la tendencia a imponer visiones que no todos comparten. El consenso desaparece ante la imposición.
La escritura está en la pared y el que no la vea está ciego. EUA nos lleva hacia una situación de indefensión total para poder imponer su visión del futuro de Puerto Rico siempre dependiente de y controlado desde EUA. Como independentista, podemos ver como algo positivo la arremetida contra y el desmantelamiento del movimiento anexionista. Los días del PNP y Rosselló están contados. Pero, ¿cuál es el plan de EUA? ¿Es un plan del gobierno o es un plan del Partido Republicano? El Senador Bishop tuvo a bien decirnos que los PNP eran unos estúpidos, esa fue exactamente las palabras que usó, por tener gente tanto en el Partido Republicano como en el Demócrata. Por eso pregunto, ¿es este un plan del Partido Republicano para obtener control de ese partido? En ese caso veremos a Jennifer González imponerse como candidata a la gobernación cuando sepulten a RR. Entonces, se abriría la puerta para el Partido Republicano de obtener 2 senadores y 7 representantes republicanos, como le pidió Trump a RR que le garantizara. En ese caso, la estadidad será recibida con brazos abiertos.
¿Es esta una movida del gobierno permanente para enterrar la estadidad de una vez y por todas? Los sectores de la inteligencia de EUA están hablando del problema moral y vergüenza internacional que representa para EUA el mantener a Puerto Rico bajo condición colonial. Pero no debemos pensar que no hay discrepancias internas sobre como solucionar ese problema: ¿soberanía bajo libre asociación, independencia? ¿estadidad? De hecho, la tendencia que se ha manifestado en el Caribe con las colonias inglesas y holandesas ha sido hacia mayor control de la metrópolis y menoscabo de poderes autonómicos.
Lo que nos lleva a ¿qué hacer en Puerto Rico? Empecemos por lo que no podemos hacer. No podemos partir de la premisa de que EUA nos va a regalar la independencia. Eso equivale a quedarnos en la complacencia esperando que EUA un día notifique su intención o como de modo jocoso han dicho algunos, que Trump nos declare independiente en un Tweet. Lo que he descrito anteriormente puede sorprendernos con un anuncio de proyecto de estadidad o referéndum estadidad sí o no avalado por el Congreso de EUA, si aquí las fuerzas independentistas y soberanistas no nos ponemos para su número y empezamos a trabajar UNIDOS en un frente patriótico para establecer sin lugar a dudas que hay un sector significativo del pueblo que rechaza y no aceptará jamás la muerte de la nación puertorriqueña.
¿Qué podemos sí hacer? Hay que dejar los sectarismos y las arrogancias políticas YA. Los independentistas tenemos que levantar nuestras voces defendiendo nuestro objetivo final, la independencia, y a la misma vez reconocer que ante la debilidad relativa que padecemos todos los movimientos independentistas, tenemos que ampliarnos a aceptar alianzas con sectores soberanistas. No por ello vamos a dejar de luchar por la independencia. No nos vamos a contaminar ni dejar de ser independentistas. Ni vamos a permitir que la INDEPENDENCIA se esconda o diluya detrás de la palabra soberanía. Está en nosotros los independentistas no permitir que ello ocurra. No le echemos la culpa a los llamados soberanistas. Ellos empujarán su visión, nosotros la nuestra.
Son momentos en que pareciera que el país se nos escapa de las manos. La deuda, la Junta de Control Fiscal, los fondos buitres, las leyes 20 y 22, le emigración masiva, la crisis económica y social y sobre todo la corrupción rampante, nos enfrenta a momentos difíciles y complejos donde no hay estribillos políticos que puedan levantas y unir al pueblo en un gran movimiento. Con un 60% de pobreza, un 58% de niños y adolescentes, el futuro del país bajo niveles de pobrezas, parecería que el país se nos escapa de las manos. No hay promesas políticas que valgan porque no hay soluciones fáciles. Las promesas de campaña política serán recibidas con frialdad y escepticismo. El pueblo en su mayoría no cree en nadie. Siempre habrá un 30% de fanáticos, fotuteros, que no razonarán ni reflexionarán sobre la realidad política. Hay que hablar con honestidad, no hay soluciones mágicas. Ser un país independiente no garantiza un paraíso si no estamos dispuestos a construirlo desde las ruinas que quedan. Las familias humildes de este país necesitan explicaciones claras y con humildad de lo que sería la República de Puerto Rico. Los millenials tienen que dejar las computadoras y tirarse a visitar el Puerto Rico real, no el virtual, y empezar a asumir su responsabilidad de generación de relevo. Si estas generaciones no se movilizan, no se organizan, no habrá posibilidad de apoderar al pueblo en defensa de sus intereses.
Contra la corrupción tenemos todos y todas la responsabilidad de arremeter con todas las fuerzas política. No es sólo el dinero de los impuestos que paga la clase trabajadora lo que se roban. Se roban los fondos federales destinados al pueblo mas humilde, se roban hasta los peces, como dijera Néstor Duprey en referencia a los señalamientos del mal manejo de los fondos del Departamento de Agricultura Federal destinados a los pescadores.
La avaricia sin fin de los administradores locales de la colonia no se va a detener hasta que el pueblo finalmente les reclame y los remueva. Y no hablo sólo de elecciones, hablo del apoderamiento del pueblo exigiendo sus derechos, repudiando a estos personajes en donde quiera que los vean y se los encuentren. Hay que hacerles llegar el mensaje de todas las formas posibles. Mientras caminen con impunidad por nuestra patria se sentirán en libertad de seguir abusando y robando. La resistencia tiene muchas formas. Lo importante es que se manifieste.
No dejemos que EUA decida por nosotros. Apoderémonos de nuestro destino, construyamos la patria que todos y todas queremos.
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